Agua y urbanización

El estrés hídrico es actualmente una gran preocupación en muchas áreas urbanas. El aspecto fundamental de la urbanización es el rápido crecimiento de la población urbana acompañada por una planificación inadecuada, la contaminación, la pobreza, y demandas que compiten por el recurso. Todo esto contribuye al estrés hídrico y, por consiguiente, el consumo de agua en zonas urbanas es probable que se duplique para el año 2025. Se espera que el cambio climático cause cambios significativos en los patrones de precipitación lo cual afectará la disponibilidad de agua y provocará mayores desastres relacionados con el agua.

Se espera que la población urbana mundial aumente en un 72% en 2050, de 3,6 mil millones en 2011 a 6,3 mil millones en 2050. Se espera que el crecimiento de la población urbana en África y Asia sea de cerca 57,7% y 64,4%, con una tasa de urbanización de 1% y 0,9%, respectivamente. En los países en desarrollo la cobertura de saneamiento media (56%) es mucho menor que la cobertura de agua (85%). Por ejemplo, la cobertura en saneamiento de áreas urbanas en África es de 46% y la cobertura de agua es del 84%, y la cobertura es significativamente menor en zonas rurales.

Los modelos actuales de planeamiento urbano y gestión de agua han fracasado o son propicios a fracasar desde las perspectivas de rentabilidad, rendimiento técnico, equidad social y sostenibilidad medioambiental.  Se requiere de un cambio de paradigmas a nivel de todo el sistema. La gestión integrada de aguas urbanas (GIAU) proporciona un marco para intervenciones en todas las instancias del ciclo del agua, así como la reconsideración en la forma en que el agua está siendo usada y reutilizada, además crea un balance entre las demandas competitivas de los usuarios del agua (agricultura, industria, hogares) y ecosistemas. Más gobiernos reconocen la importancia de adoptar un enfoque de este tipo para abordar los desafíos de las ciudades. Hay crecientes consensos en torno a los principios de la GIAU que incluyen las tres dimensiones principales que además están interconectadas:

  • Gobernanza: Se trata de un aspecto crítico para apoyar la GIAU. Sin políticas de gobierno, soporte de infraestructura ni una participación activa de las partes interesadas, la gestión óptima de los recursos hídricos no puede lograrse.
  • Servicio: Este componente incluye sistemas de circuito cerrado para el suministro de agua y saneamiento, gestión de aguas pluviales, y la operación y mantenimiento apropiado, conservando así la calidad de agua apropiada para el consumo.  Se recomiendan los sistemas descentralizados de tratamiento de agua residuales con tecnologías innovadoras y asequibles.
  • RecursoEs muy importante hacer uso de todos los recursos disponibles, convencionales y no-convencionales, en forma de aguas residuales, aguas de lluvia, aguas superficiales, aguas grises, aguas negras, etc. ¡El agua residual no es un residuo! De igual forma, la demanda debe ser gestionada y manejada de tal forma que disminuya la presión sobre los recursos hídricos.

Ciudades: una gran cantidad de oportunidades. La urbanización también trae consigo oportunidades para una gestión más eficiente del agua, y para la prestación de servicios de agua potable y saneamiento para muchas personas. Las ciudades son generadores de riqueza y empleo, incubadoras de innovación y creatividad, además de ofrecer las mejores oportunidades para mejorar los medios de vida.