Debe comprobarse al menos una alternativa
AQUAFONDO

Rehabilitación de Amunas, las serpientes de agua que recorren las tierras altas de los Andes

Describa por favor brevemente su trayecto de Agente de cambio

Lima, carece de agua, sufrimos de seguridad hídrica, el cambio climático ha generado, por un lado, escasez de lluvias y también alta precipitación en periodos cortos, lo que ocasiona que los suelos se erosionen y se afecte la escaza infraestructura verde existente. Todo esto, ha ocasionado que en la cuenca del río Santa Eulalia exista una reducción de oferta hídrica que perjudica directamente la dotación de agua para el desarrollo de actividades económicas de la Comunidad de San Pedro de Casta, como la agricultura y ganadería. Rehabilitar amunas en esta zona, contribuye directamente a la recarga hídrica; evita la erosión de los suelos de las laderas, propiciando el ingreso del agua y contribuye a la recuperación de la vegetación nativa gracias a la disminución de la pérdida de suelo El proyecto concentró esfuerzos en la rehabilitación y mejoramiento de la amuna Chucuwasi con el objetivo de incrementar la disponibilidad de este recurso en época de estiaje y controlar en cierta medida el caudal en época de incremento de lluvias o avenidas.

Describa por favor el cambio que creó su iniciativa y cómo se logró.

Rehabilitar amunas promueve la revaloración del conocimiento ancestral, las prácticas culturales y junto con el conocimiento e instrumentos técnico modernos, convergen para lograr proyectos eficientes y beneficiosos, no sólo para las personas sino también para el medio ambiente. Este proyecto, además, contempló el intercambio de saberes entre la Comunidad de San Pedro de Casta (Lima) y la Comunidad de Jauja (Junín) y empoderó a la Comunidad a través de talleres de fortalecimiento de capacidades en monitoreo, operación y mantenimiento de Amunas de manera que pudieron recibir el proyecto (como suyo) una vez que fue concluido, es decir, fue entregado a la Comunidad. Por otro lado, se generó una infiltración inicial de más de 520 mil m3 de agua al acuífero a lo largo de los 2000 m de amuna logrando de esta manera mejorar la agricultura de aproximadamente 7 hectáreas de plantaciones nativas y promoviendo generar información como evidencia del volumen de recarga del acuífero a través de la instalación de instrumentos y equipos de monitoreo hidrológico.

¿Cómo ayudó su iniciativa a desarrollar resiliencia al cambio climático?

El proyecto ayudó a potencializar de manera directa los diversos servicios ecosistémicos de la zona frente al impacto del cambio climático existente, ya que además de evitar la erosión de los suelos, se incrementa el volumen de agua infiltrada de aproximadamente más de 520 mil m3 de agua lo cual contribuye a la recuperación y conservación de los ecosistemas brindando un mayor abastecimiento de agua para actividades agropecuarias en aproximadamente 7 hectáreas , favoreciendo la provisión de plantas endémicas y medicinales a lo largo de los 2km , mejorando los servicios de regulación hídrica y finalmente también se logran obtener beneficios inmateriales denominados servicios culturales que obtiene la comunidad en el que se incluye la identidad cultural, el sentimiento de apego a la tierra y la relación con el medio natural. Sin nuestra intervención y durante los periodos cortos de alta precipitación, en comunidades con suelos erosionados en las laderas de los cerros, se producirían desplazamientos violentos de grandes masas de agua con mezcla de lodo y rocas también conocidos como “huaicos”, ya que este tipo de práctica ancestral capta y regula el volumen de agua en las partes altas de las cuencas que corren por las quebradas durante la época de lluvia conduciéndola a través de un canal hacia la zona de infiltración para su almacenamiento en el subsuelo, lo que permite crear una barrera natural resiliente al cambio climático y otros desastres naturales, como inundaciones, aludes, etc.

¿En qué decisiones relacionadas con el agua influyó o mejoró esta iniciativa?

Somos una ONG cuya misión es contribuir a la seguridad hídrica de Lima, mediante la promoción de inversiones sostenibles en servicios ecosistémicos y la incidencia en políticas públicas facilitando mecanismos de gobernanza, en alianza con entidades públicas, privadas y con el soporte de la investigación científica. Bajo este contexto, nuestra iniciativa busca contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible N°6: Agua limpia y saneamiento e incentivar a sectores del estado como el MINAM (Ministerio del Ambiente) a invertir en este tipo de proyectos a través de los Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE) ya que contribuimos a la formulación y promoción de estos ante el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) y entidades púbicas.

¿Cuáles fueron algunos de los desafíos enfrentados y cómo se superaron?

Durante la ejecución del proyecto existieron diversos desafíos relacionados a la altura, ya que esta superaba los 4370 msnm, y el clima extremo de la zona que generaban dificultades para actividades como el traslado de los materiales, entre otras. Sin embargo, gracias al apoyo y buena disposición de los miembros de la comunidad campesina de San Pedro de Casta hemos logrado superarlos y además movilizar el mercado de profesionales, a través de mejores soluciones que nos permiten promover y revalorar los conocimientos ancestrales. De igual manera para el logro de la implementación y financiamiento de este proyecto hubo un proceso de sensibilización constante a los diferentes actores involucrados que nos permitió conseguir los recursos de la empresa privada.

En su opinión: ¿Continuará el cambio creado por su iniciativa?

Si. Los beneficios del proyecto están clasificados para desarrollarse a corto, mediano y largo plazo. Para comenzar, los beneficios obtenidos al finalizar con la implementación perdurarán gracias a los acuerdos previos con la comunidad, que fue quien identificó la rehabilitación de la amuna como una necesidad, y al convenio de cooperación con la comunidad, que se firma una vez que entregamos a ellos el proyecto como suyo y, por tanto, deben brindarle operación y mantenimiento a la infraestructura. Finalmente, AQUAFONDO hace seguimiento del estado del proyecto a través de fichas de monitoreo de forma trimestral in situ y de forma telefónica de manera constante.

¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas (buenas y malas) de la iniciativa y que puede compartir con otros?

Al finalizar el proyecto aprendimos más acerca de la importancia de trabajar con una comunidad organizada, que promueve la implementación de este tipo de proyectos, participando de forma activa en la identificación de problemas y siendo aprobados ante una asamblea sin ningún contratiempo o en la búsqueda de soluciones inmediatas de existir alguno. Además, la comunicación constante vía telefónica con los comuneros logro mantener informados a todos los involucrados sobre el desarrollo, cambios o novedades adoptadas por los líderes de la comunidad, lo cual ha demostrado el involucramiento de ambas partes y su compromiso con el proyecto. Algunas de las lecciones aprendidas son en relación con la importancia de la revaloración del conocimiento ancestral y como este apoyado por el conocimiento técnico moderno convergen para lograr proyectos eficientes y beneficiosos no sólo para las personas sino también para el medio ambiente. Además, con el proyecto se evidencia el rol fundamental que tiene el involucramiento de la empresa privada para el desarrollo de estas iniciativas no solo como parte de su responsabilidad social sino como parte de su responsabilidad con el medio ambiente.