Todas las personas, economías y ecosistemas dependen del agua. La forma en que actualmente usamos y gestionamos el agua puede dejar sin acceso a una parte considerable de la población mundial y amenazar la integridad de los ecosistemas, que son vitales para un planeta sano.
La inseguridad del agua mantiene a millones de personas en la pobreza, obstaculiza el desarrollo humano y es un lastre para el crecimiento económico. La inseguridad del agua se ve agravada por el crecimiento demográfico, el crecimiento económico, la urbanización, los conflictos y el cambio climático. Estas tendencias aumentan la competencia por el agua y ponen en peligro los recursos hídricos, al igual que el agua presenta riesgos para el crecimiento y la sociedad si no se gestiona de forma sostenible.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, acordada por 193 países en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2015, reconoce estas tendencias y pide un "compromiso y una asociación de toda la sociedad" para abordar los desafíos del desarrollo de una manera transformadora e inclusiva, con la intención de "no dejar a nadie atrás." En el centro de la Agenda 2030 se encuentran 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas.
La reducción de la pobreza y el crecimiento no son posibles sin una buena gobernanza y gestión del agua. El Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 6 - "garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos"- está vinculado a la mayoría de los demás objetivos y depende mutuamente de ellos, como la reducción de la pobreza, la igualdad de género, el clima, la alimentación, la energía, la salud, las ciudades y los ecosistemas.
El ODS 6 proporciona un compromiso político de alto nivel para un enfoque integrado de la seguridad del agua. La meta 6.5 es el denominador que los socios de GWP, en toda su diversidad, tienen en común: "Para 2030, aplicar la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, según proceda". El enfoque de gestión integrada de los recursos hídricos que la GWP ha ayudado a incorporar en la elaboración de políticas en todo el mundo exige la necesidad de abordar las compensaciones y establecer una cooperación basada en una asignación justa y eficiente de los recursos hídricos. La gobernanza inclusiva del agua es la clave que conecta múltiples metas dentro del Objetivo 6, así como con otros objetivos y metas relevantes, especialmente con el Objetivo 17, Medios de Ejecución.